No sé qué me está pasando, pero llevo dos semanas poseída por un deseo irreprimible de ORDEN.
Últimamente toda mi organización, perfectamente anotada en mi agenda de mano, se desmorona.
Planes imprevistos, clases de mis alumnos de inglés anuladas, visitas inesperadas, visitas esperadas y después anuladas, sesiones canceladas en el último momento. ¡¿Es que nadie lleva una agenda?!!!!!
La agenda de la semana pasada parecía un exámen lleno de tachones del peor alumno de clase, así que después de acelerarse mi ritmo cardíaco hasta el límite y desorganizarse toda la organización que siempre "me empeño en ser" , he decidido NO CAMBIAR NADA POR NADIE.
Primero anotaré mis planes en la agenda, y rellenaré los huecos con todo lo demás, mi vida es inamovible y si la de los demás parece una lavadora en plena centrifugación, pues, yo no tengo la culpa ¿no?
Quizás todo sea debido a este mes de mayo tan convulso o a la luna llena del día 17, la luna llena nos altera a todos, creo, incluso a mi huerto. Pero, he llegado a la conclusión que mi tiempo tiene el mismo valor que el de los demás, aunque esos demás no lo crean así.
Parece que esta semana todo vuelve a su cauce, los planes en mi agenda se ajustan al "timing"...¡qué horror de palabreja!!! y hasta he tenido mi tiempo para sentarme delante del ordenador para plasmar mi efervescente estado de ánimo.
Y es que con el mes de junio que me espera, lleno de actividades, escolares y extraescolares, el orden va a ser un "Must" para poderlo sobrevivir.
PD. ¿Cómo se os plantea este final de curso???