Pocos son los hospitales que me quedan por conocer en los alrededores de donde vivo...
Ruta de hospitales, recorrido "turístico" sobre la vida y la aceptación de la muerte.
Charlas con ese yugo sobre el alma, contacto de manos, piel fría.
Olores que recuerdan más los tanatorios, con rumores huecos, con palabras de recuerdo. Memorias distorsionadas que buscan excusas para lo que hicieron, que buscan alguna explicación a lo que dejaron de hacer.
Vidas vividas a medias, vidas sin plenitud, vidas mediocres dejadas pasar.
Vidas para olvidar.
Momentos en los que no existe ningún otro momento de consuelo, ningún recuerdo feliz. Sólo un hueco, el nuestro, hueco que no hemos llenado porque está vacío.
Vacío de amor, de ilusión, de felicidad, de curiosidad, de aventura,de emoción y sentimiento, vacío de vida.
La ruta hacia la muerte es quizás la más indicada, no hace falta ocupar un hueco que está vacío, un hueco que ni tiene la curiosidad de contemplarse porque hacerlo significaría verse desnudo de todo, desnudo de nada . Negro.
PD. Necesitaba escribir esto, estoy un poco al límite de ir y volver del hospital...